Justin Trudeau, con menos apoyo que nunca, dejó de ser primer ministro de Canadá después de liderar desde 2015.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha decidido que es momento de dar un paso al costado y anunció que renunciará al cargo. Luego de nueve años llevando las riendas del país, Trudeau, de 53 años, aclaró que va a seguir trabajando hasta que el Partido Liberal elija a un nuevo referente, antes de las elecciones generales que tienen fecha para octubre de este año.

“Me bajo del barco como líder del partido y primer ministro”, lanzó Trudeau en una conferencia desde Ottawa, la capital canadiense. Reconoció que le gusta dar pelea, pero que se dio cuenta de que ya no es la mejor carta para seguir en la boleta, así que decidió dar un paso al costado. También avisó que el Parlamento se tomará un descanso hasta el 24 de marzo.

Crisis interna

En las últimas semanas, a Trudeau se le iba haciendo cuesta arriba sostener su popularidad, ya que su partido venía bajando en las encuestas por una crisis interna que erosionó la confianza de cara a las elecciones de octubre. Desde diciembre, más de una docena de diputados y varios miembros del partido le pidieron que dejara el cargo.

“Este país necesita una elección como la gente. Si tengo que pelear dentro, no puedo ser primer ministro afuera”, dijo Trudeau.

Suspensión

El Parlamento debía volver al ruedo el 27 de enero, pero ahora su receso se prolongará hasta marzo. Trudeau dijo que esta pausa es una manera de enfrentar la “parálisis” que afectó la Cámara Baja, llevándola a ser inoperante en los últimos meses. La gobernadora general, Mary Simon, que hace las veces de Jefa de Estado, respaldó la decisión.

Trudeau explicó que, a pesar de los esfuerzos, el Parlamento estaba detenido tras la sesión más larga de un gobierno minoritario en la historia de Canadá. Por eso, le propuso a Simon que era necesario empezar de nuevo, y ella dio el visto bueno.

Qué depara el futuro

El primer ministro canadiense seguirá al frente del gobierno para afrontar los desafíos que trae la asunción de Trump en Estados Unidos, incluyendo las posibilidades de tensiones comerciales con aranceles que podrían complicar la economía de Canadá. Trudeau se había comprometido a responder a estos movimientos en el pasado, aunque ahora el panorama se complica.

De cara al futuro, Trudeau y su partido están por detrás en las encuestas frente al conservador Pierre Poilievre. Sin embargo, en su discurso, Trudeau enfatizó que el futuro de Canadá está en los valores de “diversidad y fortaleza”, los cuales siente que no están presentes en su rival. A pesar de dar un paso al costado, Trudeau expresó su esperanza de que el progresismo pueda llevar adelante su visión.